Enrique Quezadas se describe a si mismo como “Árbol que camina, como aprendiz del viento y cantor del arcoíris interno que a todos nos habita”.
Cuando no canta escribe. Cuando no escribe sueña. Cuando despierta suenan en la eterna risa del piano esos sueños, un piano que se ha convertido en inseparable compañero, con la única intención de conmover al corazón humano.
Promueve la creatividad en la floración de sus frutos, mediante el uso de la ética y la estética, para no hacer de la vida un garabato.
Músico compositor, poeta, escritor, facilitador del proceso creativo y psicoterapeuta.
