Los sicarios y los levantados; los verdugos y los asesinados; los sobrevivientes y los que no la libraron; las armas, las balas, los cadáveres, los gatilleros, los traficantes, los soplones, los vigías, los testigos, los inocentes, los corruptos, los periodistas, los alcaldes… a todos ellos da voz y rostro Alejandro Almazán en 14 crónicas que retratan la asfixiante realidad de un país donde la violencia es de todos y a todos nos condena.
“Cuando matas no tienes que ver al difunto, porque se te queda en los ojos y puedes volverte loca.” — Una Chica Kaláshnikov
“Siempre tiro a la cabeza porque si no los mato, los dejo locos.” — Un General